Lozoya

Después de casi dos meses sin hacer orientación y sin competir volvía a Madrid con las pilas cargadas para reengancharme. En los dos primeros controles dos errores garrafales que sumaban unos cinco minutos, producto de una mala estimación de distancias, lectura visual del mapa y comprensión del criterio cartográfico, que parecen habían mermado con el tiempo, pero que según trascurrió la carrera se me quitó el susto, sin cometer más errores de este tipo. En meta perdí esos 5´ respecto a los primeros.
Preveía una carrera media más difícil pero el trazador no supo aprovechar el terreno y dibujó una carrera bastante sencilla aunque escondía pequeñas trampas que podían hacerte perder bastantes segundos. 25´´ fueron los que perdí en el control 8 respecto a los primeros por no aprovechar lo fácil y tirar recto por un “blanco” que luego en el terreno no parecía tan blanco y que me hizo desviar la dirección sin querer. Otros 25´´ perdí en el control 9 por tirar recto por otro “blanco” similar al anterior y no aprovechar el camino.