Huir siempre es de cobardes, salvo en casos en los que significa prudencia y sensatez ante el peligro innecesario. Pegar zapatazos contra el duro suelo es lesivo por definición. Lesionarte, depende de todo lo que no te puedas imaginar y la principal es la falta de motivación. Cuando los deportistas empiezan a perder ganas aunque no lo demuestren, están ante un peligro innecesario. El mejor tratamiento es la desconexión, que no equivale al descanso sino a la búsqueda de motivación en otras cosas, periodo durante el cual uno se recupera del inapreciable agotamiento psicológico al que ha sido sometido durante kilómetros y kilómetros de entrenamientos basura. Al final, después de un tiempo indeterminado recobras las ganas de entrenar a tope. Vuelves hacer kilómetros y kilómetros y es cuando te reencuentras con tus piernas y tus ilusiones que añorabas antes de la desconexión. Estas preparado para competir.jueves, 15 de octubre de 2009
Desconexión.
Huir siempre es de cobardes, salvo en casos en los que significa prudencia y sensatez ante el peligro innecesario. Pegar zapatazos contra el duro suelo es lesivo por definición. Lesionarte, depende de todo lo que no te puedas imaginar y la principal es la falta de motivación. Cuando los deportistas empiezan a perder ganas aunque no lo demuestren, están ante un peligro innecesario. El mejor tratamiento es la desconexión, que no equivale al descanso sino a la búsqueda de motivación en otras cosas, periodo durante el cual uno se recupera del inapreciable agotamiento psicológico al que ha sido sometido durante kilómetros y kilómetros de entrenamientos basura. Al final, después de un tiempo indeterminado recobras las ganas de entrenar a tope. Vuelves hacer kilómetros y kilómetros y es cuando te reencuentras con tus piernas y tus ilusiones que añorabas antes de la desconexión. Estas preparado para competir.
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